28 diciembre 2012

FELIZ 2013


Este año repetimos clásico de Navidad, gustó tanto a la familia el año pasado que no han querido perdérselo este año, como siempre, éxito asegurado y por supuesto, nada como lo hecho en casa.

En enlace con la receta lo tenéis aquí mismo, dentro del apartado "lista de recetas".



Y las galletas, como les gusta a los peques (y no tan peques), para echar mano y elegir, acompañadas de alguna golosina navideña.


Espero que hayáis disfrutado de estas fiestas al igual que yo, bien acompañados.

Y ahora, a esperar la entrada del nuevo año cargados de esperanza y buenas intenciones, con mis mejores deseos para todos.

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO 2013!!!!

24 diciembre 2012

Felices fiestas


LA PAZ



   Si alguien
   busca la paz
   yo le digo:
   La paz 
   no está en la noche
   ni en el sueño.
   (La noche tiene
   ortigas
   que le hieren la espalda; 
   por el sueño
   transitan los espectros.)
   La paz
   no está en los lagos
   solitarios, 
   ni en los tupidos
   bosques, 
   donde los vientos
   guardan
   sus secretos.
   No está tampoco
   (aunque haya quien
   lo diga)
   entre las tumbas.
   La paz 
   no está en los muertos.
   Ni en las monta¤as
   coronadas de nieve, 
   ni en los profundos mares.
   Ni entre la multitud
   ni en el desierto.
   Por la simple razón
   de que la paz
   no existe:
   hay que crearla dentro.
PEDRO BARCENA




13 diciembre 2012

Bavaroisse de turrón de Jijona



Os traigo esta receta que imagino también irá bien para celebrar las fiestas de Navidad, aunque es rica para cualquier momento del año si es que conseguís turrón de Jijona, yo la he hecho para celebrar el cumpleaños de mi hija a petición de ella.  La receta es una adaptación de la bavaroisse de Carlosvalencia.

Ingredientes:


  • 4 yemas de huevo
  • 50 gr de azúcar granulada
  • 125 cl de leche
  • 125 cl de nata
  • 5 hojas de gelatina (6gr)
  • 500 gr de turrón
  • 400 cl de nata semimontada


Preparación:

Poner a remojo en agua las hojas de gelatina.

Blanquear las yemas con el azúcar.

Hervir juntamente la nata y la leche y añadir las yemas blanqueadas removiendo enérgicamente y seguir cociendo hasta que espese un poco y sin que llegue a hervir la mezcla nuevamente.

Retirar del fuego y agregar las hojas de gelatina escurridas removiendo hasta que se disuelvan totalmente.

Incorpora el turrón troceado y mezclar muy bien.
Podemos triturarlo con el brazo eléctrico para conseguir una mezcla más homogénea.
Cuando la mezcla esté a una temperatura que no supere los 40 grados añadimos en dos veces la nata, la primera vez para igualar texturas y la siguiente con movimientos envolventes.

Base de la tarta:

100 gr de galletas tipo napolitanas, 30 gr de mantequilla, 2 cucharas de leche o nata y dos pastillas de chocolate negro triturado o rayado.

Triturar las galletas hasta convertirlas en harina y añadir la leche y la mantequilla derretida, mezclar bien y añadir el chocolate hasta que formemos una masa.


Montaje:

Antes de preparar la crema, sobre la fuente donde vayamos a servir la tarta, colocamos un aro (yo no se lo he puesto, pero para facilitar el desmoldado podemos forrarlo con acetato) y hacemos la base de la tarta con la masa de galletas, presionando con la parte cóncava de una cuchara nivelando el grosor.

Introducimos la fuente en el frigorífico mientras preparamos la crema para que solidifique la masa de galletas.

Cuando esté la crema preparada la volcamos con cuidado encima de la base y dejamos que cuaje completamente en el frigorífico de nuevo.



Desmoldamos y decoramos al gusto.






Está muy rica, aunque llena un montón, después de una copiosa comida puede ser el remate para no tener ganas de levantase de la silla.

05 diciembre 2012

Tarta de queso y grosella negra



Esta tarta no tiene ningún misterio, simplemente la subo para confirmar lo rica y apetecible que queda, es muy socorrida, no necesita horno y en cualquier ocasión puede ser un postre importante, por la sencillez de sus ingredientes siempre puede sacarnos de un apuro y os aseguro que nadie quedará indiferente, tanto es así que en casa no me dieron tiempo ni a hacerle una foto antes de cortarla.



Ingredientes:

Base:
100 gr de galletas tostadas
30 gr de mantequilla derretida
50 gramos de chocolate muy troceado o rayado

Crema:
400 ml de nata 35% materia grasa
400 gr de queso tipo Philadelphia

45 gr de azúcar granulada
6 gr de gelatina


Cobertura:
Un bote de mermelada de grosella negra (puse también un poco de frutas del bosque)
2 cucharadas de agua
2 cucharadas de azúcar
1/2 sobre de gelatina para coberturas de fruta

Preparación:
Procesar las galletas hasta convertirlas en harina.  Mezclar las harina de galletas con la mantequilla derretida y el chocolate troceado hasta formar una masa algo compacta.
Cubrir el fondo de un aro para tartas de unos 20 ctm sobre la fuente de servir la tarta aplanando bien la masa.

Poner a enfriar mientras preparamos la crema para que solidifique un poco más


Poner a cocer la nata con el azúcar y el queso sin parar de remover con un batidor hasta que empiece a hervir, procurando siempre que no se pegue la crema en el fondo del puchero.

Trasladar la crema a un bol grande para que enfríe un poco y añadir en lluvia la gelatina en polvo. (si usamos gelatina en lámina, habrá que hidratarla previamente y añadirla escurrida). Remover bien para que quede completamente diluída en la crema.

Verter la crema sobre la base fría, dejar templar y volver a poner en el frigorífico mínimo 6 horitas.

Cobertura:

Poner en un cazo al fuego la mermelada con el agua y el azúcar, llevar a hervor, retirar del fuego y añadir la gelatina para tartas de frutas removiendo bien para que se diluya perfectamente y pasar el resultante por el chino para eliminar semillas y pieles.

Verter sobre la crema fría y dejar que enfríe nuevamente un par de horas mínimo.

Si al querer retirar el aro se resiste algo, pasar por el borde de la tarta con mucho cuidado un cuchillo de filo y se desmoldará fácilmente.

Adornar al gusto, aunque así de sencilla ya queda atractiva y resultona, pero siempre se puede dar un toque de gracia.

magdalenas integrales de espelta



He hecho una prueba con una receta sacada de la manga y os la comparto porque realmente han salido unas magdalenas buenísimas, sabrosas y esponjosas.

Ingredientes:


  • 2 huevos medianos
  • 75 azúcar de caña integral
  • 15 ml miel
  • 100 gr de harina espelta integral
  • 5 g levadura
  • 50 ml aceite de oliva de primera prensa en frío
  • 20 ml de leche entera
  • la piel de un limón, pellizco de sal.


Preparación:

Precalentar el horno a 250 grados.

Montar los  huevos con el azúcar,  la miel y ralladura de limón, añadir el aceite y la leche integrando, seguir con la harina y levadura mezcladas previamente con el pellizco de sal, en batido rápido 2 minutos. Llenar los moldes tres cuartas partes presentados en bandeja de tartaletas y enfriar media hora en el frigorífico.

Bajar la temperatura del horno a 200 grados y cocer durante unos 12 minutos aproximadamente.

 Han tardado unos 12 minutos en estar listas. Se ha abierto un poco el molde al cocer por lo que han quedado algo más bajitas y anchas.

Acerca de la espelta:

En la entrada anterior os hablé un poco de la avena, aquí lo voy a hacer del que considero el cereal rey por sus propiedades alimenticias y dietéticas.

A la espelta se la considera el origen de todas las variedades de trigo que tenemos en la actualidad, al ser de más difícil cultivo se la fué sustituyendo por otras especies más manipuladas y fáciles de cultivar industrialmente, pero últimamente por sus efectos antialergénicos ha vuelto a considerarse un alimento muy apreciado y por sus cualidades y su sabor inigualable en la preparación de panes y repostería.

La espelta nos aporta fibras y contiene los ocho aminoácidos esenciales y un alto nivel de proteínas. Es considerado el caviar de los cereales, ya que contiene un mayor nivel de proteínas, vitaminas, especialmente del grupo B, aminoácidos y oligoelementos que el trigo común. Tiene un índice glucémico bajo, o sea, que su asimilación es lenta y progresiva, evitando así los altibajos en glucosa dentro del organismo, por lo que es recomendable para personas que realizan esfuerzos prolongados.

Contiene gluten por lo que no es apto en una dieta para celíacos.

 Al germinar los granos, se multiplican sus nutrientes y su sabor se vuelve más dulzón y agradable.

Al no haber sufrido cambios genéticos parece que esto influye dentro de nuestro organismo para su absorción, produciendo menos alergias y una mejor asimilación.

Su contenido en grasas es muy bajo y tienen un alto porcentaje de ácidos grasos monoinsaturados, en especial el oleico, igual que el aceite de oliva, y el linoleico u omega-6, ambos beneficiosos para el control del colesterol. A este efecto contribuye asimismo su abundante fibra, mayoritariamente insoluble.

Personalmente tengo que decir que ayuda en ciertos casos a disminuir los síntomas del TDAH, ya que durante muchos años he tenido que tener cuidado en la alimentación de mi hijo que padece este transtorno (Déficit de atención e hiperactividad) además de ser alérgico al polvo, probablemente porque los azúcares y alimentos refinados tienen efectos sobre el cerebro, y la espelta por su cualidades es de absorción lenta.  De lo que deduzco que en todos los casos de trastornos de tipo autismo tiene que tener sus ventajas también, opinión que avalan muchos terapeutas especializados en el tema.

Actualmente es fácil de encontrar en establecimientos de dietética, pero hace unos años tenía que dar muchas vueltas para encontrarla y tuve que aprender a hacer el pan en casa ya que no se dispensaba salvo en sitios muy especializados.







04 diciembre 2012

Galletas integrales y ecológicas deliciosas


Estas galletas no llevan nada de huevo ni leche y llevan el cereal estrella del invierno, la avena, reconocido por sus saludables beneficios, y también llevan naranja, fruta del tiempo, por ello creo que esta entrada es importante para aquellos que quieren saborear unas deliciosas galletas al mismo tiempo que benefician a su organismo y  recomiendo esta receta.

Ingredientes:


  • 200 gr de copos finos de avena ( no enteros, machacados)
  • 200 gr de harina integral de espelta
  • 200 gr de azúcar de caña integral ( ó 8 cucharadas de jarabe de ágave)
  • 1 sobre de levadura (tipo royal)
  • 1 naranja (aprovecharemos el zumo y la piel)
  • 120 ml de aceite de primera prensa en frío
  • 150 gr de pepitas de chocolate (o chocolate troceado)


Preparación:

Precalentamos el horno a unos 200 grados (arriba y abajo)

Mezclamos los copos, la harina, la levadura y la rayadura de la piel de la naranja bien, añadimos el azúcar o el jarabe de ágave (yo he puesto azúcar), mezclamos y por último añadimos el zumo de la naranja y el aceite  hasta formar una masa algo pegajosa. Incorporamos el chocolate y mezclamos nuevamente la masa para que quede bien repartido.

Podemos hacer las galletas del tamaño que deseemos, yo he hecho dos tamaños distintos.


Para hacer las de la foto anterior que son del tamaño más o menos de una galleta maría, se toma una porción de masa algo mayor que una nuez con las manos humedecidas en agua y se forma una bola que pondremos en la bandeja del horno cubierta con papel de hornear, aplanándola un poco, o podemos estirar un poco la masa sobre papel de hornear con un rodillo de madera y cortarla con un cortapastas si queremos que quede una forma más uiforme, la tomamos con una paleta y la depositamos en la bandeja forrada.

Si las queremos grandes, podemos utilizar un molde mayor e introducir dentro la pasta aplanándola bien con una cuchara para que no se abran los bordes a cocerlas.

Las introducimos en el horno y dejamos que se doren, tardarán unos 10 o 15 minutos dependiendo del tamaño.

Por últimos dejamos que enfríen sobre una rejilla.




Con la mitad de cantidades de la receta salen unas veinte galletas del tamaño marías aproximadamente.

Con la cantidad entera de la receta nos salen unas veinticuatro mega galletas de 8 cm de diámetro por 1 cm de grosor aproximadamente.


Acerca de la avena:

Tiene múltiples propiedades saludables, es una fuente de fibra y beta-glucanos, éstos de gran importancia para la reducción del colesterol perjudicial.

Es rica en proteínas de alto valor biológico, grasas insaturadas omega 6, y tiene un gran números de vitaminas como la B1. B2, B3, B5, B6 y E, y minerales como el sodio, potasio, calcio, fósforo, magnesio, hierro, cobre, sílice y zinc.

Contiene mucha fibra insoluble que ayuda en la regulación intestinal y ácidos biliares. Aminoácidos ensenciales, muy importantes  para el buen desarrollo de los niños.


Tiene carbohidratos de absoción lenta por lo que es recomendada para los diabéticos y un efecto saciante por lo que se puede utilizar en dietas de adelgazamiento.


Es anticancerígena.


Tiene gluten, aunque en menor cantidad que otros cereales, pero por ello, no es apta para una dieta para celíacos.