05 diciembre 2012

Tarta de queso y grosella negra



Esta tarta no tiene ningún misterio, simplemente la subo para confirmar lo rica y apetecible que queda, es muy socorrida, no necesita horno y en cualquier ocasión puede ser un postre importante, por la sencillez de sus ingredientes siempre puede sacarnos de un apuro y os aseguro que nadie quedará indiferente, tanto es así que en casa no me dieron tiempo ni a hacerle una foto antes de cortarla.



Ingredientes:

Base:
100 gr de galletas tostadas
30 gr de mantequilla derretida
50 gramos de chocolate muy troceado o rayado

Crema:
400 ml de nata 35% materia grasa
400 gr de queso tipo Philadelphia

45 gr de azúcar granulada
6 gr de gelatina


Cobertura:
Un bote de mermelada de grosella negra (puse también un poco de frutas del bosque)
2 cucharadas de agua
2 cucharadas de azúcar
1/2 sobre de gelatina para coberturas de fruta

Preparación:
Procesar las galletas hasta convertirlas en harina.  Mezclar las harina de galletas con la mantequilla derretida y el chocolate troceado hasta formar una masa algo compacta.
Cubrir el fondo de un aro para tartas de unos 20 ctm sobre la fuente de servir la tarta aplanando bien la masa.

Poner a enfriar mientras preparamos la crema para que solidifique un poco más


Poner a cocer la nata con el azúcar y el queso sin parar de remover con un batidor hasta que empiece a hervir, procurando siempre que no se pegue la crema en el fondo del puchero.

Trasladar la crema a un bol grande para que enfríe un poco y añadir en lluvia la gelatina en polvo. (si usamos gelatina en lámina, habrá que hidratarla previamente y añadirla escurrida). Remover bien para que quede completamente diluída en la crema.

Verter la crema sobre la base fría, dejar templar y volver a poner en el frigorífico mínimo 6 horitas.

Cobertura:

Poner en un cazo al fuego la mermelada con el agua y el azúcar, llevar a hervor, retirar del fuego y añadir la gelatina para tartas de frutas removiendo bien para que se diluya perfectamente y pasar el resultante por el chino para eliminar semillas y pieles.

Verter sobre la crema fría y dejar que enfríe nuevamente un par de horas mínimo.

Si al querer retirar el aro se resiste algo, pasar por el borde de la tarta con mucho cuidado un cuchillo de filo y se desmoldará fácilmente.

Adornar al gusto, aunque así de sencilla ya queda atractiva y resultona, pero siempre se puede dar un toque de gracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario